Friday, April 29, 2016

Confesiones de Puré de Calabaza - A la mañana siguiente


Ayer no fue un día fácil física y anímicamente. Ya cada vez tengo menos efectos de los medicamentos para el manejo del dolor. Para alguien como yo que se “deleita” en las listas de “things to do” y en su independencia, pues el “arresto domiciliario” y el reposo en cama son un reto. Y la gente piensa que luego de una mastectomía con reconstrucción puedes hacer una sesión de fotos para una revista.  Pero aunque uno “se prepara”,  lee artículos, ve fotos y videos, y sabes que médicamente es un procesoen esta fase lo que ves en el  espejo son cicatrices feas, marcas y experimentas un inevitable sentido de pérdida.

Luego de llorar (porque las calabazas también lloran), de una larga conversación con mi esposo y mi mamá, y de cantar varios de  mis himnos favoritos (porque me he dado cuenta que cantar es también un ejercicio muscular post-operatorio)…cuando llegó el momento de orar pues no sabía qué decir. Pero dice Romanos 8:26:  Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Nosotros sabemos el macro de la voluntad de Dios (que Dios sea glorificado, nuestra santificación , etc.) pero no siempre vamos a saber exactamente cómo esa voluntad se ve en detalles específicos.  En nuestro lamentoperplejidad e ignorancia Dios no está mirando de lejos para acusarnos. Dios no está diciendo: “mira lo que no sabe decir”, “míralo(a) llorando cuando a estas alturas debe saber que yo tengo un plan”, “mira  cuán frágil  es”, “míralo(a)  si en lugar de llorar por estas razones debe estar llorando de  agradecimiento”. No, Dios está entendiendo. Dios está buscando y Dios está encontrado el gemido del Espíritu Santo que está en nosotros. El Espíritu Santo produce en nosotros ese gemido que no siempre está en palabras pero que Dios puede escuchar. Un gemido que también nos da la confianza  que el Rey del Universo es nuestro Padre por medio de la obra redentora de Jesucristo. Un gemido que dice “Abba Padre”.

En nuestra debilidad, cuando somos “calabazas”, cuando no tenemos una voz, el Espíritu Santo está orando a favor de nosotros, dentro de nosotros y no en contra de nosotrosY tenemos la confianza y la esperanza por medio de Jesús que somos hijos de un Buen, Buen Padre. 

Aquí les dejo un pedacito de una traducción libre de una canción de Chris Tomlin, “Good, Good Father”

He oído miles de historias acerca de cómo eres tú
H
e escuchado el tierno susurro de amor en mi oscuridad
Y me dice que 
te agrado
Y que nunca solo estaré

Eres buen, buen Padre
Eres tú, eres tú, eres tú
Soy amado por ti
Es lo que soy, es lo que soy, es lo que soy


Becky 


All rights reserved. Rebecca Parrilla, Abril/2016

Tuesday, April 19, 2016

Un poquito...


Aquí estamos esta noche a punto de una de esas otras bajadas de esta “montaña rusa”. Mi mastectomía doble está programada para mañana 20 de abril.

Mi hija Julietta me hace las mejores preguntas. Me preguntó: “¿Mamá las vas a extrañar?”. “Un poquito”…le dije.

Y es que cuando lo pienso bien, aquí todo es “un poquito”. Un poquito de ansiedad, un poquito de nostalgia, un poquito de dificultad, un poquito de espera…

Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!” (2 Corintios 4:17)

Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. Pues, dentro de muy poco tiempo,  Aquel que viene vendrá sin demorarse” (Hebreos 10:35-37)

El llanto podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría.” (Salmo 30:5)

Pero este proceso no ha cambiado nada de lo mucho, grande y permanente que sostiene mi vida.

Dios es soberano. (Isaías 45:7)

Dios sostiene mi universo con Su Palabra de poder. (Hebreos 1:3)

De alguna forma todo esto servirá para Su gloria. (Apocalipsis 4:11)

Dios me ama y nada podrá separarme de Su amor. (Romanos 8:38-39)

No es mi capacidad de aferrarme, es que Su mano no me suelta. (Salmo 63:8)

Dios es fiel y siempre cumple sus promesas. (Salmo 36:5)

Mi problema más grande no es el cáncer. Mi problema más grande ya está resuelto. Tengo un Salvador. (Efesios 2:4-5)

Hoy me acuesto a dormir cantando este himno…Testigo de Su Amor

“Escuché Su voz
Hablando de milagros
Y vino a mi mente mi incapacidad
Escuché Su Voz
Hablando del futuro
Y sólo mi presente pude recordar
Más no hay algo imposible para Dios
Yo llevo en mi vida Su promesa

Me sorprendió
Fue el milagro de Su amor
Cuando no podía ser
Cumplió Su plan en mí
Y pude ver
Que aún en mi debilidad
Sus promesas son verdad
Me sorprendió
Soy Testigo de Su amor”


Becky

All rights reserved. Rebecca Parrilla. Abril/2016

 

Thursday, April 7, 2016

Un Ataque de Imprudencia

Nuestro niño en la unidad de cuidados intensivos luego de su operación de corazón abierto en marzo 2011
 
Ayer “Facebook” me recordó que un 6 de abril del 2011 fue el primer día que el corazón de nuestro hijo Frandiego funcionó sin la ayuda de un marcapaso luego de la cirugía de corazón abierto que tuvo a sus 4 meses de edad. El 28 de marzo del 2011 Frandiego entró a sala de operaciones para corregir un defecto  congénito que resultó en fallo congestivo del corazón. Cuando terminó el proceso, el cirujano nos explicó que la operación había sido exitosa pero que le habían colocado un marcapaso externo porque su ritmo cardiaco no estaba normal. Nos advirtió que era una complicación bastante común en este tipo de intervenciones y que debía resolverse en las próximas horas. Pero pasó el primer día, el segundo día, el tercer día…y ya al cuarto día el doctor nos dijo que Frandiego tendría que entrar a sala de operaciones nuevamente para colocarle un marcapaso permanente. El cirujano tenía un viaje programado y no podía operar a Frandiego hasta su regreso en un par de días. Así que Frandiego permanecería en la unidad de cuidados intensivos hasta la segunda operación.

La noche antes de la operación del marcapaso mi esposo Fernan tuvo lo que nosotros dos le hemos llamado graciosamente “un ataque de imprudencia”.  Vi a mi esposo en un momento de oración intenso y persistente porque aunque esta segunda operación era más sencilla, él simplemente no podía dejar de pedirle a Dios que obrara en el cuerpo de Frandiego por medio de una intervención milagrosa. Recibimos una llamada de la unidad de intensivo en la mañana.  Cuando tienes un bebé en intensivo y recibes una llamada del hospital se te congela el corazón. Era para notificarnos que durante la noche el corazón de Frandiego comenzó a latir normalmente sin la ayuda del marcapaso. Que estaría unos días más en observación para confirmar que no era un evento transitorio. Entonces tuvimos un “ataque de llanto y de agradecimiento”. Frandiego salió del hospital luego de 14 días sin un marcapaso.

Pero hemos tenido otros “ataques de imprudencia” en nuestras vidas con resultados diferentes a los que pedimos. Entonces, ¿qué se produce en nosotros cuando esto pasa? ¿Un ataque de qué? Las pruebas pueden provocar resultados totalmente opuestos. Pueden provocar que abras tu corazón o pueden provocar que cierres tu corazón. Pueden hacerte más sensible a lo que Dios está haciendo o  pueden nublar por completo tu visión. Pueden hacerte más agradecido o  más cínico. Pueden fortalecer tu vida de oración o pueden debilitarla al hacerte pensar que es un ejercicio inútil.

Cada vez menos puedo explicar el  misterio de la oración,  pero cada  vez más creo lo que la Biblia enseña acerca de ella.
  • Dios ha escogido la oración como un medio para ser glorificado. “Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.” (Juan 14:13)
  • Mientras más lleno estoy de la Palabra de Dios, más alineadas  estarán mis oraciones a la voluntad de Dios. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.” (Juan 15:7)
  • Dios es soberano y a la misma vez la oración produce cambios. Para nosotros eso a veces representa un dilema o una contradicción, pero para Dios no. “La oración eficaz del justo puede lograr mucho. Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:16-18)
  • Dios ha dispuesto que la oración es necesaria cuando estamos en tiempos difíciles. “¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración.” (Santiago 5:13)
  • Dios desea que oremos sin desanimarnos. Tenemos un Dios Justo que escucha y se mueve a misericordia.  “Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?” (Lucas 18:6-7)
  • La oración me recuerda el evangelio. Porque sólo podemos llamar a Dios Padre por los méritos de Jesús y su sacrificio en la cruz. “Vosotros, pues, orad de esta manera: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. (Mateo 6:9)
  • Está  bien no saber cómo orar. El Espíritu Santo ora por mí…dentro de mí…y siempre pide lo que es mejor. “Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.” (Romanos 8:26-27)
Así que oremos. Oremos con “ataques de imprudencia”,  con “ataques de miedo”, con “ataques de dependencia”, con “ataques de desesperación”, con “ataques de llanto”, con “ataques de confianza”, con “ataques de santa expectativa”, con “ataques de confusión”, con “ataques de humildad y sujeción”, con “ataques de lo que sea”…pero oremos. Y confiemos en Su respuesta no importa cuándo llegue y cómo llegue. 

Gracias "Facebook" por hacerme recordar. 


Becky
All rights reserved. Rebecca Parrilla, April/2016.