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Estaba viendo fotos en mi celular. Aunque hago
"backups" frecuente de mis fotos hay algunas que simplemente no me gusta
borrar. Y encontré fotos de unos días antes, una semana antes, un mes antes,
dos meses antes, etc. Y por primera vez desde el diagnóstico sentí enojo.
Estaba enojada porque quería de vuelta "mi vida", "mi sonrisa",
"mis preocupaciones de ese entonces" (que ahora parecían más
llevaderas), y "mi mundo de antes de". Además, no fue precisamente el
mejor de los días porque tuve que anotar en el registro de convulsiones de mi
hijo dos convulsiones bastante fuertes en un período de 4 horas. Y llegó como
una ola el malestar, de pronto llegó el enojo.
En este tiempo he estado leyendo dos clases de libros:
libros de testimonios y libros de teología y doctrina. Los primeros animan mi
fe y los segundos me mantienen enfocada. Ese día, estas fueron las dos porciones que leí:
1) Del libro "An Honest Look at a Mysterious
Journey" from John & Joanna Stumbo
"Es posible llevar nuestra pena muy lejos. Yo
aprecio la honestidad de Job: "¡Ya estoy cansado de vivir! Voy a desahogarme con mis quejas, voy a dar rienda suelta a mi amargura." (10:1). Con todo y eso me preguntaba, ¿habrá algún límite en
alguna parte? Puedo llorar mis penas y ventilar mi frustración, pero ¿habrá
alguna línea que no se debe cruzar? Lo encontré sencillamente detallado en la
historia de Job en dos ocasiones:
(Job 1:22, RVR1960)
"¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios."
(Job 2:10, RVR1960)
2) Del libro "La Disciplina de la Gracia" de
Jerry Bridges
"Entonces, es el Evangelio con el que necesitamos estar
familiarizados por completo y el que necesitamos predicarnos a nosotros mismos
cada día...Predicarse el Evangelio significa que usted enfrenta continuamente su propia pecaminosidad y luego acude a Jesús por medio de la fe en su sangre derramada y su vida justa...significa que usted cree las preciosas
palabras de Romanos 4:7-8, al pie de la letra:
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no
inculpa de pecado."
La primera lectura obviamente se relacionaba a mis
emociones del momento y me dio un motivo de oración: "Señor, ayúdame a no
ir demasiado lejos, a no reprocharte". Bueno...asumiendo que no era muy tarde ya.
Pero la segunda ha sido la respuesta a éste y todos mis dilemas.
Contemplé la Cruz otra vez y confirmé una vez más que ni la angustia, ni el
enojo, ni el cáncer o mil convulsiones pueden competir con la belleza de la
Cruz. Yo soy de ese grupo de los "bienaventurados" que habla Romanos. Dios puede pasar por alto mis
pecados y mis momentos de "ir demasiado lejos" porque Cristo vivió
una vida perfecta en mi lugar, y sufrió la muerte en Cruz (incluyendo la enfermedad, la
pérdida, el dolor) sin ir "demasiado lejos", también en mi lugar. Cristo vivió y sufrió perfectamente. Así que yo, siendo humana e imperfecta, puedo descansar plenamente en la obra completa de Cristo. Aunque muchas veces yo no sepa manejar mis dolores, el Padre me ve a través de lo que Cristo hizo perfectamente.
Por eso hay esperanza para los que han ido
"demasiado lejos" en el manejo de sus dolores. Hay esperanza para los que
están enojados. Hay esperanza para los que no entienden el plan. Hay esperanza para quienes no les gusta el proceso. Hay esperanza para los que están en una lucha. Hay esperanza por medio
de Cristo. Hay esperanza porque hay gracia.
Esa noche...dormí tranquila.
Acabo de salir de un Taller para Mujeres de los distintos Cuerpos del Salvation Army en PR... El tema: "Amada Sin Medida"
ReplyDeleteSe que dios te ha usado para hablarle a esas que están abrumadas, agobiadas y tiene q cambiar las palabras: agobiada, cansada, enojada, derrotada por AMADA
Te amo
Gloria a Dios! Yo también te amo!
Delete*Dios
ReplyDeleteMuchas ganas Pastora Becky, bien sabe usted que Dios sabe lo que en su corazón hay, además de las batallas internas que diariamente enfrenta. El proceso el diíficil; pero el final Dios lo sabe... Victoria! Dios la bendiga, la cubrimos en oración siempre junto con toda su familia. Les queremos!
ReplyDeleteGracias. Tengo "ciclos" en los que llega el enojo, y ahora otra herramienta para trabajarlo. Héctor les envía abrazos, también agradece la herramienta que nos regalas. No cesa nuestra oración por los nenes y ustedes, Dios los bendiga, los amamos.
ReplyDeleteGloria a Dios! Un abrazo fuerte a ti y a Héctor! Oramos los unos por los otros.
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